sábado, 17 de octubre de 2009




De renuncias y miedos está hecho el barro de mi cuerpo
Creado de prejuicios y complejos, crujiendo entre dientes
Que el sueño quiere seguir al deseo de mi pensamiento
Y que la verdad es una palabra que se empapa de silencio

De torpes perezas y tropiezos son mis paseos
De toses y carraspeos, la salud que tengo, la de un corazón
Herido de un amor que por su cuerpo bombea, pesada sangre
Que fluye por caminos inciertos

Que espera estéril como una discusión bizantina, crece
En mi mente llena de árboles plantados en siete terrazas
Concéntricas, escavadas en el suelo y sembrada de frondosas
Ramas verdes y flores sin sexo, porque no me entrego de lleno

Y así crecer en tanto poco y vacío
Como un miserable que teme todo
Hasta los buenos consejos

Brillante y azul frío es el color de mis viajes
Cruzando los dedos que con amor planeo
Sabiendo que están cerrados en un saco roto

Quiero romper al fin y decir que nunca quise
Remediar mas pena y gritar que mi ser ya está
Quedar sin pasado y gratamente despertar sin llanto

No puedo dejar la estela de un resentido
No quiero tormentas entre verdades y amigos
No quiero estar, en donde nunca he sido

Y por todo eso: Reniego entero de ayeres
De las educadas lides que me hacen perder
Lo único que soy y lo único que tengo

Levantar un alma plena de todo sentimiento
Despejar el hoyo de las telarañas
Y salir ardiendo y rojo de amor lleno
Pues de nada vengo y de camino siembro