miércoles, 9 de mayo de 2018

volver a un diario

Cómo empieza a ser un cambio, mirando un Norte lleno de luz, despejado. En qué sentido aceptar la indiferencia y sentir necesidad de trabajar para seguir adelante. Ignorar la ironía y el sarcasmo cuando se pierde el respeto. Quitarse la máscara y solo ser.
Así las cosas, un día radiante y con cierto toque de inútil vacío y futilidad, apropiado para una visión más real tras la tormenta de los sueños, el conocimiento de grandes maestros, que en su saber reconocen la limitación del tiempo. 
Hay todo un multiverso de realidades simultáneas que sugieren la verdadera esencia de un momento incómodo. Despertar es tan sólo una minucia. Expresarlo conlleva responsabilidad y trabajo. Observar es todo un estado meditativo. El corrector ortográfico siempre es una ayuda y muchas veces una lata.
La mirada de un niño.
Por fin pasa el tiempo de Mayo con una tarde calurosa que anuncia la llegada de hierba agostada y hay que regar, el campo es una explosión de flores salvajes y el aire fresco hace contonear las espigas como una marea. 
Sigo mirando un Norte ahora con la luz del Sol de atardecer. 
Un pastor llama a voces y cabras, ovejas balan correteando de un prado a otro entre arboles. Carácter de los machos que se rebelan. El rebaño se descontrola y marchan cada cual por un sitio para reunirse luego. Este cabrero tiene poca gana de caminar y las deja comer el pequeño jardín que cuido. 
Hay un elefante de barro que hay que humedecer. Cubrirlo con un paño y no mirarlo hasta que se termine. 
Pau Casals suena junto a un piano, una pieza antigua.

Así el tercer día después de tu marcha, un neblinoso fresco llega del Este, donde este está, desde muy temprana hora, con letras y nocturnos que mañana ensayará. Hay un parpadeo en la pantalla que oculta lo escrito, como polvo de mil años que cubre cualquier forma. Aguanta y se libre, despierto y audaz, dice un reflejo en el cristal sobre el que intento desarrollar un plan. Todos los días paso frente al estudio donde muchos trabajan construyendo casas. Conocí a Rolph Blakstad hace años y siempre me gustó aquel anciano que hizo de su vida un libro, una familia y plantó árboles, viajó, pintó, filmó e iluminó con Eisenstein siendo muy joven. Se fue y la amistad que trabé fue tan fuerte y frágil como todo. Se esfumó pero su casa queda como el viejo olivo que cuido desde que llegué a esta isla.
Quisiera, no, me gusta la idea de tener un trabajo a sueldo fijo con posibilidades de no ser carga para nadie, tener seguridad social, y algo de rigor, que no este cúmulo de ambigüedades con las que afronto cada mañana, antes de amanecer, el día. Pero comparto ciertas ideas insensatas sobre la creatividad, sin anclar su ocioso desvarío entre un dibujo, una canción, un color y un paseo. Comparto esa idea que es no pertenecer y -a la vez- inventar cualquier nimiedad para seguir adelante. Por fin encuentro en un poeta razones para no hacer nada de eso. Son cartas que escribe a un conocido, también escritor, sobre sus dudas. Y es una intención lo que hace que lo que sea, es. Y lo que parezca, no sea.
Algo de lo que gustaba hablar a Rolph y a tantos que conversando, me acercan a su vida. Sufi, adoración al fuego -zoroastrismo- como creencia. Fe, simplemente creer en algo intangible. Nada sencillo, lleno de momentos de duda e incertidumbre, ecléctico y poco útil: un logro sobre la mente, no pensar.


A veces tengo que copiar: “Una obra de arte es buena cuando nace de la necesidad. En esa índole está su juicio: no hay otro. Por eso, mi distinguido amigo, no sabría darle más consejo que éste: entrar en sí mismo y examinar las profundidades de que brota su vida: en este manantial encontrará usted la respuesta a la pregunta de si DEBE crear. Tómela como suene, sin interpretaciones. Quizá se haga evidente que usted está llamado a ser artista. Entonces, acepte sobre sí ese destino, y sopórtelo, con su grandeza, sin preguntar por la recompensa que pudiera venir de fuera. Pues el creador debe ser un mundo para sí mismo, y encontrarlo todo en sí y en la naturaleza a que se ha adherido.”