domingo, 8 de diciembre de 2013

Domingo de Diciembre 2013

Como estas amigo:

Guardado en una caja de cartón
Entre papeles viejos y recuerdos
Apilados esperando al basurero
Entre joyas y cartas que nadie abrió.

Hay gente que habla cerca
Buscan cosas y recuerdan
Miran dibujos y cuadernos
Envoltorios que guardan 
Lo que en otro tiempo llenó
Nuestras vidas vividas
El amor que sentimos
La locura del tiempo
El valor de una Historia

Ahora oigo sus voces 
Un zumbido de fondo 
Ya no sirve de nada entender 
Porque ya no hay nada que saber
Después de la sorpresa 
Descubrir que todo esto 
No es más que las risas

Despierto con la calma de reconocer 
Que las voces son cercanas
Lo eran. Ahora ya no tengo nada en común 
Y nada de lo que hablan entiendo

Desnudo entro en el agua fría 
Y el Mar me abraza con su niebla 
Y pensar es una sacudida 
Y volver es una mañana nueva
Limpia 

martes, 12 de noviembre de 2013

cálculos matemáticos y psicometrías

PINTOR AUTODIDACTA DESDE LOS DIEZ AÑOS

Nacido en Madrid 1964
                          
Tutoría del arquitecto Carlos Clemente en un centro de estudios, trabajo en el levantamiento de planos de la catedral de Burgos en el proyecto de restauración para el Ministerio de Cultura como delineante

Desde muy temprana edad centro en la pintura una atención especial

1982 Trabajo como especialista en comunicaciones de la Armada

1984 De vuelta a Madrid entro en contacto con Pedro Almodóvar y realizo un papel en el único corto para televisión, "Amantes de lo prohibido" 1985

1985 Traslado a Tarifa donde trabajo como discípulo de Lorenzo Larios

Colaboraciones en varias exposiciones colectivas en Madrid y Cádiz

1989 A caballo entre Mardid y Tarifa ingreso en la escuela de Bellas Artes e Historia del Arte en la Universidad Complutense

Mantengo estrecha relación con pintores andaluces: Bola Barrionuevo, Cristian Domecq, Guillermo Pérez Villalta, Las Costus. El Cuaderno del Sur es de esta época.

1993 Traslado a Ibiza y trabajo en mi estudio, en diversos proyectos y colaboraciones

Entro en contacto con el escultor Barry Flanagan, el arquitecto Bakstad y pintores residentes.






martes, 15 de octubre de 2013



Puedo decirte que hace tanto tiempo que me despierto con la luz del Sol y no veo más que una sombra filtrada por flores bordadas en una seda, sin ganas de levantar esto. Escucho mis latidos y -como un rayo- me pongo en pie, calzando unos zapatos rotos, buscando un té.

domingo, 4 de agosto de 2013

intento cambiar





este es el sueño del que despierto... en él hay muchos vacíos, hay búsqueda, son lo que soy y lo que he sido, lo que seré: nada debajo del cielo.
en equilibrio y consciente, entras en la casa sin puertas donde todo es abierto y casi no sientes la necesidad de una estructura. 
caminas por escaleras de piedra de un muro apilado ordenado y limpio y la casa interior es la que te da motivación y sentido de la fragilidad de vivir.
el techo es casi una hoja de papel que después de muchos días y trabajo, se ha convertido en un oficio de reponer y pintar y se sostiene con las vigas de un sueño.
la cama y la mesa y la silla, parecen inestables y endebles y diminutos dibujos cuelgan como latas coloreadas de las irregularidades que forman la vida... acepto mis problemas y solo he de aprender a construir con nada lo que tengo.
no quiero que entre el mundo entero, no es un museo ni un lugar muerto.
pasan los años y mi casa está escrita y planeada como quiero.
vive por mi porque soy yo en armonía..., empiezo un primer paso a recorrer el largo camino de la transformación...

miércoles, 31 de julio de 2013

el sueño del cuento de la historia del anillo de mi madre.



era un diamante, no. 
era un diamante azul, que va!
era un rubí...
no era un diamante, 
solo un anillo que me ponía
por su brillo 
cuando apenas era un niño, 
escondido...

a oscuras, con miedo,
siempre que estaba solo
buscaba entre sus tesoros
y jugaba en mis dedos
soñaba que iba a ser mío.
han pasado ya algunas piedras
desde aquel cajoncito.
algunas buenas, otras ni sé,
alguna grandes y diademas.
algunas perlas y plata y cobre

oro, acero y platino.

pero siempre aquel niño se quedó
fascinado con la luz del sueño
de tener suerte y encontrar
su tesoro en reflejos banos
y pintar, sin saber pintar
colores imaginarios
y vivir del sueño de sus pinturas
como el brillo de aquel anillo,
falso, grande y precioso.

déjame dormir tranquilo.
por favor olvida ya toda la historia.
todo lo que no fue mío
lo regalé
lo perdí
me lo quitaron
o simplemente lo cuido.

en secreto y de noche,
sin poder dormir tranquilo,
aún me pongo aquel anillo
y si miento es a mi mismo
contando este sueño,
de aquella historia,
de tantas piedras
que a nadie importan
que llenan mi insomnio
de juegos de niño.

lunes, 29 de julio de 2013



Palabras inventadas, signos de vida, luces, ideas, hechos que nos definen como seres humanos. Desde la pintura de las cavernas a las Variaciones Goldberg hay un movimiento fugaz y preciso como el vuelo de una mosca, a veces molesto, otras controvertido y siempre diverso. En esta exposición utilizo el entorno de una arquitectura antigua como la tradicional ibicenca para proyectar una experiencia. Es aquí y ahora donde la luz y su reflejo, imprimen cada instante. En un megaverso indefinido, soy Dios experimentando. El formato es un cuadro en un plano y es el caos y la búsqueda de la felicidad desesperadamente. Cuando ya no hay nada, queda todo.

jueves, 23 de mayo de 2013

la poufiasse



-¿ayer te sentías solo? 

-no. solo llamé para saber de vosotros.

-acabamos de comer caviar con cava y ostras y estamos tirados al sol en el rincón de 
Ibiza. Margot ha cocinado ternera y Michelle ha venido. Si quieres puedes venir a comer con Luis. 

-muchas gracias, estaba pensando en hacer una excursión en la bici y pasar por vuestra casa pero lo dejo para otro día.

-mañana iremos a cala pluma si quieres venir. 

-Bueno ya hablamos porque tengo cosas que hacer y estoy con lo de la expo en Madrid, pero me apetece ir al mar..., prefiero jugar solo la verdad que me pone un poco nervioso estar llamando y dejando las partidas a la mitad... un solitario.

 -me suenas raro. que te pasa.

-raro eres tu. no quiero hacer cosas tan lujosas querido, quiero hacer cosas interesantes y la verdad que tu plan me resulta muy aburrido comiendo ostras con cava y caviar. mira..., en este pais de mierda que tenemos más costa que ninguno hay un dicho de toda la vida: el marisco -véase ostras, almejas, mejill-ONG..., se come en meses con "R"..., desde septiembre a abril... en mayo corres el riesgo de morir por intoxicación... y más aún aquí en Ibiza que todo viene congelado... nunca te acostarás sin saber una cosa más... 

martes, 14 de mayo de 2013

domingo, 12 de mayo de 2013

lunes, 25 de febrero de 2013

El sueño de la muñeca Nancy Maravilla



Había resultado tan fácil escapar de lo convencional, era tan sencillo pasar invisible y despertar una sospecha que muchos preferían ignorar... Subía por una trampilla situada en la portería de la casa. Entraba cuando el servicio de limpieza sacaba los cubos de la basura y permanecía en su pequeño cubículo, rodeada de penumbra y restos de yeso y maderas de la reforma. Era una niña rubia de pelo liso y largo, escapada de algún infierno al que no quería volver, pasa con los niños a los que no préstamos la atención necesaria y pasa muchas veces... Su historia no es diferente, no era traumática, ni estaba enferma hasta el punto de despertar esa compasión que es casi obligada por los dramas. Era una más entre nueve en un hogar y de una familia bien avenida y con sus nueve años ya había tomado la decisión de no querer pertenecer a aquel mundo... No por molestia ni por rebeldía, ya sabía de una forma completamente consciente que aquel no era su lugar y que a pesar de las dificultades, saldría adelante. Más adulta incluso que sus maestros, más valiente que sus hermanos, más sabía que sus padres... Porque todo procedía de su intuición y de ver como la escuela, las riñas familiares y la lucha absurda que se libra en su colegio con todos sus compañeros, no era su vida... Y su saber era decidido y su paciencia infinita.
No se por qué la encontré una mañana, escondiéndome yo mismo de la vida, en un sueño donde encuentras la paz en el rincón más inmediato, por donde pasas todos los días antes de abrir la puerta. Porque también yo quise escapar y muchas veces lo logré aunque siempre me encontraban y yo mismo volvía. 
Solamente fue una casualidad que a mi edad yo entrara ese rincón de una forma fortuita y en ese momento ella no estuviera, pero inmediatamente percibí que aquel era un lugar donde había algo intangible, pero vivo. Tal vez por eso me quedé y me sentí bien.
Pasaron algunos días y trataba de volver para calmar mi angustia sin saber que estaba robando a aquella niña su pequeño hogar. 
Mi torpeza era evidente y al segundo día ya sabía el portero que algo había sobre su garita pero le advertí que sí descubría aquel secreto algo extraño rompería también su acomodada vida y que no era un lugar secreto, sino un refugio. Pensé que era mi refugio y ni siquiera me di cuenta que una tarde al entrar, ella estaba allí. Más arrinconada aún, compartiendo su lugar, permitiendo que yo también me acomodara... Vi como su pelo brillaba entre las brozas de madera y su pequeño cuerpo se amontonaba en un oscuro rincón de la ya penumbrosa guarida, entre restos de madera y yeso y sacos de papel...
Su silencio me hizo cómplice y su humildad y su mimetismo me estremecieron. No llegamos a cruzar palabra alguna. El pacto era implícito. Nuestro lugar secreto donde poder sobrevivir. Pero mi torpeza y mi tamaño había invadido un espacio sin mala intención, buscando lo mismo pero rompiendo aquella desastrosa armonía.
No tardé en romper aquel secreto y fueron razones que creí buenas e intenciones de ayudar las que atrajeron inmediatamente la atención de algo que se llama "legalidad" vigente, como la "igualdad, legalidad y fraternidad" vigilada por cámaras ocultas de un estado policial y corrompido.
Compartí aquella experiencia con una de mis hermanas y mi hermano, pues yo si tenía un sitio donde volver y mi vida era ya una piedra en su muro.
A pesar de todo seguía subiendo y como en un vagón de metro, permanecíamos sentados en silencio, escuchando el ruido infernal de la vida ajena, en nuestro rincón.
Un día, al entrar llevando una caja de la compra, sentí el empujón de una persona implacable y unas galletas de chocolate se esparcieron en el hall de la entrada. 
Al agacharme vi una bota sucia y agresiva que permanecía plantada y amenazante, impasible y absurda, avasalladora y brutal mientras trataba de recoger aquellas galletas... 
No dudé en parapetarme impidiendo su prepotencia y, de aquel modo, impedir su entrada y estropear su resuelta brutalidad, no dejé pasar un hilo de aquello que pretendía romper mi rutina y sobre todo no consentí en achantarme ante su intimidatoria mugre. 
Cuando recogí la última galleta, incluso sucia y con restos de polvo, permanecí como un muro, me levanté y girándome hacia aquel elemento belicoso, me la comí y cerré la puerta en silencio, dejando a ese personaje, fuera. 
No tardó en entrar y con una energía desbordante y violentamente, se avanzó hacia la pequeña trampilla con intención de precintar con una banda adhesiva, la entrada de mi pequeño chiscón. 
Con temperamento pero de forma educada, me acerqué y viendo peligrar que aquello no sólo iba a tener consecuencias para mi, sino que ya se habían desatado las iras del infierno, me interpuse, miré su absurda cinta y precisé que no era una cinta reglamentaria y que su uniforme no tenía jurisdicción en aquel lugar y le obligué a salir de aquel lugar hasta que no viniera con los permisos y órdenes perfectamente reguladas y como marcaba la ley. 
Por desgracia ya había topado en situaciones similares y algo aprendí que me hizo perder mi humildad y saber ser también un bruto y un luchador.
De mal talante, marchó. 
Ya sabía que aquello estaba sentenciado.
Aquel lugar inútil para otros, cerrado, aquel sitio donde alguien más que yo había encontrado su calor, alguien incluso más necesitado que yo, más frágil, ya no era seguro. Y mi intención era buena. Y mis galletas y unas mantas eran para hacer que el tiempo en el lugar secreto fuera más agradable y así estudiar otro posible lugar... Aquel edificio estaba lleno de pequeños lugares como ese... Yo lo sabía. 
Subí ante la mirada chismosa de algunos, y me encerré con la niña. La envolvía con una manta y ofrecí mis galletas... La encontré con una amiga. Me sorprendió que fuera otra niña pequeña pero la conocía. 
La amiga que era vecina, me explicó la situación y fue la primera vez que supe el nombre de mi compañera de refugio...
Los rumores vuelan con el viento... Pronto llegó la mañana y con ella vinieron a preveernos mi hermana primero y luego mi hermano mayor. 
Permanecí con mi compañera de fatigas, aquella última noche, como uno convive con sus miedos más horribles. Traté de protegerla a pesar de su dureza y hermetismo. 
Llegó mi hermana y se espantó de encontrarme en aquel lugar, pero inmediatamente me eché a sus brazos. Yo no soy tan fuerte com mi compañera... Me derrumbé en aquella situación donde aún no había víctimas pero sabía que traería consecuencias desagradables para aquella niña... Posiblemente la niña era también yo...
Ante la mirada de los hipócritas y aquellos que conocía, llenos de prejuicios, salimos acompañando a una manta donde supuestamente se ocultaba aquella niña.
Mi hermano llegó y justo antes de la carga policial consiguió dar una explicación completamente desconcertante que desarmó al contingente.
Otra hermana, estaba esperándonos en el portal. Se ocupó de nosotros, bueno de mí y de aquella manta que agarraba como un tesoro... 
Otra hermana calmó los ánimos de aquella gleba de parásitos acomodados y ciegos. Curiosos llenos de ira. Pequeños seres rendidos en sus batallas.
Ya en el coche, descubrí la manta y pude ver a la niña de pelo rubio. Ya era tarde y entre todos contemplamos como su luz se desvanecía entre los brillos de un sol poniente... 
Cómo escapar a aquella situación, era entrar en otro escondite donde se guardan los baúles vacíos. 
Me desperté en un mar de lágrimas.
Pensé..., no he visto a mis hermanos en años....
Sentí que aquella casa era donde yo había vivido toda mi infancia. Supe que mi madre estaba allí y que toda esta historia era algo muy personal, era una batalla perdida hace mucho tiempo. Abracé a mi madre...
La besé en la frente...
Me fui y volví a despertar. 
Y he escrito este sueño: un fleco de mi vida, como un asunto sin resolver, que aguarda a su sentencia final...