De la belleza de sintetizar todo,
el tiempo y el espacio,
de la ecuación que resume esa teoría
solo entiendo lo raro y difícil
que es la práctica y la vida
lo angustioso que es vivir
con un cimiento tan breve,
tan simple y comprensible,
como si no te despertaras nunca a media noche
o te levantaras alguna mañana sin angustia
o si el pánico que nos bombardea a todos
fuera una constante
de la que nunca se sale.
Por eso el tiempo
y cada momento tiene su hora
y cada pensamiento su energía
y cada sonrisa tiene su cuento
para volver a encender el fuego,
para limpiar el polvo acumulado,
para sembrar y recoger y podar,
para que las pesadillas se acaben
y las letras o los colores
vuelvan a expresar -o intentarlo-
que cada día es nuevo
y que siendo todo relativo,
cada tiempo es nuevo
y todo se regala con cada inspiración
y con cada paso por pequeño que sea.
Algo en común tenemos
y es que ese tanto por ciento de bueno
construimos un ser mejor
y ese otro tanto de malo
a veces lo rechazamos.
Cada instante en que soy consiente de ello,
felicito al hombre por ser tan paciente
y a las estrellas por ser tan bellas,
corre viento con el tiempo
por el túnel de mi sueño,
tan cerca de mi sueño.
A Ful
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