martes, 6 de noviembre de 2012

Francesca Woodman








la joven fotógrafa suicida de familia de artistas, llevó al fin su plan tirándose desde la azotea de su estudio en NY... pienso que a veces una excesiva protección y un ambiente demasiado favorable para la creatividad, hacen del genio un enfermo terminal... sin duda su obra es reconocida y auténtica pero no nos da una perspectiva de como puede desarrollarse el genio y enfrentarse a sus fracasos, normalmente la medicina es si quieres morir, ponte una pequeña dosis de morfina y siente la muerte como una vacuna...esto ocurre con todas las enfermedades del alma y del cuerpo...

me gusta como intenta exponerse desnuda en muchas de sus obras y ese intento continuo de retratarse como un fenómeno atmosférico dentro del papel pintado de la pared o en una habitación... sin duda sus palabras y su fuerza -que transmite en sus diarios- emanan de una vida repleta de libertades y autocomplacencia... el artista debe aprender a vivir de su arte muy a pesar de las dificultades económicas y sociales... esta serie se expuso con el título de "Alicia en el país de las maravillas" y Francesca era muy joven... me gusta mucho su trabajo pero intento no dejarme influenciar por su tragedia personal...


después de un tratamiento a base de antidepresivos, Francesca decidió dejar de tomar la medicación... ya había tenido un intento fallido de suicidio y su familia estaba atenta pero un día decidió volver a su vida, dejar esa vigilancia y su terapia, algo que sin duda fue producto de su apasionada forma de ser, el resultado era previsible: no puedo vivir sin sentido, no tiene sentido vivir cuando uno ya no es reconocido, mi trabajo es ninguneado... tantas veces tenemos que echar mano de un buen amigo, de un polvo anónimo o de un buen ataque de ira para saber que seguir adelante no es una obligación, es simplemente la vida...


querida Francesca Woodman: muchos artistas estamos intentando..., perdón, muchos hombres y mujeres estamos intentando levantarnos todos los días con un horrible sabor en la boca, después de una pesadilla, y sin ganas de lavarnos los dientes... te aseguro que la obra de grandes artistas y grandes hombres y mujeres pasa desapercibida a los ojos de esta élite de consumidores intelectuales que dedicamos mucho tiempo a beber alcohol y drogarnos como garrapatas porque no vendemos nada y no conseguimos el lugar que deseamos en el mundo... posiblemente yo mismo haya tenido varios intentos de suicidio y desde luego no cejo en el empeño que esta vida aislada no procede... pero gracias a tu trabajo y a tu drama, hoy me he levantado con el mismo sinsabor de la vida pero con ganas de terminar este pequeño comentario sobre tu vida, disculpa, me atrevo, no estás, no importa... seguro que nadie lo lee... gracias y siento que fueras tan absurda como yo... al menos dejaste menos trastos en el estudio..

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