lunes, 24 de diciembre de 2012

cartas de navidad


Leo con cierta inquietud las palabras que me envías a una simple felicitación de Navidad. Dudas y búsqueda que siempre me has animado a superar como algo que es parte de la vida, sobre todo en estos últimos años en los que nos escribimos con alguna frecuencia. Hoy es la noche de fiestas y la voy a pasar sólo aquí en casa con Ful... 
Me despierto como siempre temprano con las claritas del alba y te aseguro que ya no tengo fuerzas de salir a pasear como cuando vivía en La Haba hasta el vértice geodésico... Escribo... Leo... Siempre hay un pensamiento que acecha, un miedo a lo que va a venir... Así llevo años, porque elegí vivir de una forma que no es muy convencional... 
He aprendido a no mostrar que realmente el pesar de estas situaciones, no es muy compatible con la alegría de saber de alguien o de ver o de empezar algo nuevo..., pero es duro.
La búsqueda de la felicidad y el amor, es un buen título de cualquiera de los manuales de auto ayuda de Punset, pero la verdad, nunca he conseguido terminar ninguno... 
Espero de todo corazón que te guíes por la intuición y en último caso por la necesidad que por algo sobrevivimos, que confíes sobre todo en ti y dudes y te preguntes y la respuesta ya estará en lo que cuestionas...
Siempre en mi corazón, ya de cincuenta años..., tengo tan buen recuerdo de nuestro encuentro, de nuestros viajes y experiencias... De tu mano dándome un reloj... De las ausencias y las presencias que ya no frecuento... De las que ya no quiero saber más... 
La vida que quiero..., no es la que tengo. La vida que quiero es la que vivo... Y me dejo la piel y los amigos tan lejos, que ni el recuerdo ni los planes me sirven de nada más que para aceptar que hoy es otro día, después de ayer y mañana será otro más en el que tendré que afrontar otro amanecer... 
No se sí he captado bien algo de tus letras... Pero querida, siempre cuenta con lo que esté en mi mano..., que es poco, pero es lo que a veces se necesita para empezar...

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