domingo, 2 de diciembre de 2012

The Walled Garden Of Truth




Si algún día encontrara una flor que sólo se abriera una noche, si -como El Principito- pudiera cuidarla solo por esa noche y verla y esperar a que se marchitara, sería un motivo para pensar que el año que viene, tendré un propósito en la vida... Pero al refugiamos en los dramas y los miedos, se nos acaban los momentos en que aceptar esta  temporalidad, eventual, implacable, hace que pase el tiempo y pedir disculpas y llorar la tristeza de lo que vivimos, sólo nos da un poco de aliento...

El milagro está en el aquí y el ahora... Aprenderlo y disfrutar de esa felicidad,  saborear ese tiempo y recordar lo bueno que pasamos, lo bueno que ya no tenemos, recordar que no hay que tener vergüenza en decirle a la gente que los quieres..., seguir adelante...

La luz que envuelve a los que se van, es una señal para la que estamos preparados y hay siempre alguien que se ocupará de nuestro trance... Siempre hay alguien...

"Desire and excess,
Have put man to sleep;
When death appears,
He will awaken."

Pues así queridos, son los deseos que hacen del agua de los pantanos una fuerza estática que mueve turbinas bajo el cemento de los muros que la contienen y así es como siento que las pocas veces que he asistido a los famosos eventos de amigos -siempre de sus manos, agarrado como un niño asustado de la vorágine social- ahora prefiero la contemplación de sus obras a solas o fuera de ese contexto, al que nunca he pertenecido, más que por pobre o imbécil e incluso por maleducado. Lo de las drogas fué pasajero, también como la vida de abanderado de las causas que la religión -esa mesa de cuatro patas (la cuna, la escuela, el lecho conyugal y el ataúd) que sigue provocándome un ataque de pánico cada despertar- me enfrentó a una adolescencia tardía y llena de  experiencias, después de pasar por los militares y la condena familiar de ser como soy, que no se muy bien todavía si soy de alguna forma o tipo... Porque todo cambia, muy a pesar nuestro y de la comodidad de las leyes de la física teórica y de las matemáticas.

Entre toda esa melange de intelectualidad e ignorancia que trato de cultivar leyendo libros de lo más dispares, entre Goethe y Savater, entre Epicuro y Becquer, la baraka islamica y Barak Obama, acabo sin tener una precisa idea de lo que es mío, a la que me aferro y con la que cargo como el Sísifo con su piedra. Pero me resulta más razonable sentir esa duda que ser un trabajador asalariado y honesto en todos sus aspectos de sudar mi pan y expresarme contundente en mis votos electorales, que más se parecen a bocetos que a todo el parangón oficialista.

Siento que son tan dispares mis opiniones sobre determinadas cosas y personas que a veces me enfado y rompo un plato, o tiro una tortilla contra la pared. Comparto ideales con muchos y sobre todo -los aprendidos pecados capitales- son como los siete ejes de una estrella de los vientos muy particular que cumplo a rajatabla para planificar mis tonterías y algún viaje como paseante más que por turismo... Lo de los museos es más un alucinógeno natural y su efecto caótico al saltar de una sala a otra y al paráme ante alguna pieza en oposición a otra por el paseo que hay entre ellas... Y así con los amigos y con las dietas que más que por su valor nutritivo, prefiero seguir mezclando carbohidratos con proteínas y más por su cantidad que por su calidad, estando las cosas como están, ya es bastante tener una patata hervida con huevo duro, no sólo en el plato si no también en la mente...

Ahora con un pequeño proyecto del Óscar Wilde en su última noche en París antes de suicidarse, pero sacándolo de esa puntillosa y conformista sociedad suya que le hacía ser la más loca entre las más prejuiciosas y cursis, acabando por matarse a sí mismo socialmente pero querido por sus amigos, que no por ese novio suyo que defendió su "honor" empotrado en la pared nobiliaria de las normativas pugilísticas que su padre -otro emparedado de pepino- dictó desde los sudorosos vestuarios a las orgullosas reuniones de clubs de caballeros donde no se permitía la entrada de mujeres ni negocios... Curioso paralelismo con los bares del gueto más gay que también comparte la Silla de Pedro...
Sacando todo esto de ese momento horrendo y extrapolado a un club de alterne donde un dandy Luis Antonio mantiene una melodiosa relación llena de armonía con un rapero millonario cargado de joyas que compone poemas callejeros a ritmo de tapacubos de basura. Y ese fin que se lleva el premio de la voluntaria decisión sobre el fin de su vida extrema.

Me gustaría tanto ser rey en una república y aceptar mi propia corona sin trono por simples razones de humanitarias, antes de fletar barcos llenos de putas a fiestas de cortesanos retratados en finas acuarelas de técnica impecable, en los que esa ambivalencia que todos tenemos, es un modo de ganarse la vida "honradamente", algo a lo que no he llegado nunca y que también sufro en mi amado autoexilio...

Envidia y sovervia y todos ellos juntos con la gula y la pereza, la ira y la codicia y por supuesto la lujuria, ya un poco desentrenada, pero por falta de paciencia... Pero "me gusta pensar, comentar y compartir" y eso lo practico a diario allá donde esté y sobre todo al inicio del día para sanarme de las palpitaciones de una vida sin planes y de una existencia que es una guerrilla contra este juego absurdo de ego y asco...

Pero sobre todo reconocer aquello de "nunca digas de este agua no volveré a beber" que el vino me gusta y del bueno...

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